Algo grande sucedió la semana pasada: mis padres vendieron la casa en la que crecí.
Han estado planeando hacer esto por un tiempo, por lo que no es un shock ni nada. Tampoco es tan deprimente como podría ser ya que lo están vendiendo para que puedan mudarse a Richmond (en este momento están a unas 2 horas de distancia en el norte de Virginia). Mis padres están jubilados y han planeado reducir el tamaño por un tiempo. Eligieron a Richmond por un montón de razones, incluidas que cuatro de sus cinco nietos viven aquí. Entonces, en general, estamos muy contentos con las noticias.
Pero todavía hay algo importante en el cierre de este capítulo en particular, así que permítame ser sentimental por un momento.
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Mis padres se mudaron a esta casa en 1979 (perdona la foto de invierno no tan precisa de arriba). Era una nueva casa de construcción en ese momento, por lo que ellos, junto con mis dos hermanas mayores, fueron sus primeros ocupantes (y hasta ahora solo). Si realiza un seguimiento, eso es dos años antes de que llegué, lo que significa que esta es la casa a la que me trajeron (y luego mi hermana pequeña) a la casa después de que nacimos. Entonces, como puede imaginar, ha sucedido muchas cosas en esta casa durante los 32 años que lo han tenido. Incluyendo a mi madre tomando fotos anuales de nosotros en el porche durante los primeros días de la escuela y para nuestros cumpleaños (tenga en cuenta la pancarta casera pegada a la puerta de la tormenta detrás de mí).
Cuando escuchamos que aceptaron el contrato de un comprador a principios del mes pasado, aprovechamos la primera oportunidad para reunirnos allí por última vez para un retrato familiar. Mi hermana Emily incluso hizo un homenaje a la tradición de la señal de cumpleaños de mi madre para que posamos al lado. Aquí están los “Petersiks originales” (también conocidos como “Petersix”) …
… y ahora con nuestra familia ampliada de cónyuges e hijos (¿puedes decir que estaba lloviendo durante estas tomas, afortunadamente mi hermano, el fotógrafo profesional sabía cómo manejarlo).
Además de estas fotos, mis hermanas y yo queríamos honrar este gran momento con un regalo. Después de debatir algunas cosas, decidimos conseguirles un dibujo o pintura de la casa. Ya poseen un bosquejo de bolígrafo y tinta, así que (gracias a algunas ideas de ustedes en Twitter) aterrizamos para pintar una pintura de su puerta de entrada del artista Kal Barteski (ella llama su serie T+A – Tiny e IMPRESIONANTE) . Así que le envié a Kal esta foto de la puerta …
Y un par de semanas (y $ 100, dividido cuatro maneras entre mis hermanos y yo) más tarde, llegó esto. Pequeño y sorprendente de hecho.
En realidad son 5 x 7 ″, por lo que no es tan pequeño. Kal los pinta sobre papel de pergamino de piel de cebolla delgada, por lo que se ve un poco ondulado y texturizado. Al principio me quitó un poco, pero cuando leí que ella lo hace para que su pintura realmente se parezca al arte original, no una impresión o una réplica, me ganó como bastante encantadora.
El papel de piel de cebolla también es translúcido, por lo que invita a las personas a colocar sus pinturas en papel de colores o estampados para personalizarlas y agregar aún más textura. Nos divertimos probando algunos colores y patrones debajo, pero terminamos siguiendo la ruta directa y colocándola en el stock de tarjetas blancas, ya que pensamos que a mis padres les gustaría más de esa manera.
Finalmente se lo presentamos a mis padres esta semana y les encantó. Woo hoo!
Ah, y dado que algunos de ustedes podrían tener curiosidad, mis padres tuvieron mucha suerte cuando se trataba de vender su casa. Antes de que se enumerara oficialmente el 1 de marzo, tenían una vista previa a fines de febrero y esa persona hizo una oferta aceptable en el acto. No está mal, ¿verdad? Como sucedió un poco más rápido de lo que cualquiera de nosotros esperaba (incluidos ellos), tienen alrededor de seis semanas hasta que pueden mudarse oficialmente a su nueva casa en Richmond. Mientras tanto, rebotarán entre su casa de Delaware Beach, la casa de mi hermana en el norte de Virginia y la casa de mi hermana aquí en Richmond. Pero no podemos esperar el día en que puedan llamar oficialmente a nuestra ciudad su hogar.
PSST: las aventuras de prueba de bebés continúan en BabyCenter, donde compartimos cómo anclamos un espejo de pared gigante en nuestro dormitorio (afortunadamente no era ciencia espacial).
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